proyecto 04 bodega vinoteca

Bodega Vinoteca Simon Huber: tradición vinícola y muros de arcilla en la Selva Negra

Qué hermosa pareja: la arcilla, una de las tradiciones constructivas más antiguas del mundo, y la viticultura, una de las prácticas agrícolas más arraigadas en nuestra historia. Si el sabor del vino está ligado al suelo en el que crece la vid, el ambiente de las estancias donde lo disfrutamos también depende de los materiales que las conforman. En la Bodega Vinoteca Simon Huber, ambas tradiciones se encuentran para ofrecer una experiencia única.

Entre la herencia monástica y la innovación

La historia de esta bodega comienza junto a la abadía benedictina de Gegenbach, en plena Selva Negra, donde ya los monjes cultivaban su propio vino. Hoy, Julia y Simon Huber recogen ese legado y lo proyectan hacia el futuro con un concepto que combina excelencia vinícola y arquitectura innovadora.

Su sala de degustación es una interpretación contemporánea de todo lo que da identidad a esta tierra: la tradición constructiva de la Selva Negra, la espiritualidad de la ciudad monástica y la fuerza del propio suelo, origen del vino.

Modernidad con raíces

La familia Huber ha convertido una casa clásica de la Selva Negra en bodega y hotel vinícola. La ampliación, diseñada por los arquitectos Müller + Huber, combina elementos tradicionales y modernos:

• Una bóveda de crucería de madera, evocando los orígenes sagrados de Gegenbach.

Tejas de madera en la fachada, recordando los tejados regionales.

• Un interior dominado por muros de arcilla, que envuelven al visitante en un ambiente cálido y natural.

La zona de entrada, utilizada como sala de catas y bar de vinos, se abre en dos plantas, conectando tradición y vanguardia.

Arcilla: del suelo a la copa

“Muchos de nuestros viñedos se asientan sobre arcilla. La arcilla también es un material de construcción tradicional”, explica Simon Huber. Esa coherencia se materializa en muros de un metro de espesor, revestidos con ocho centímetros de revoque de arcilla ClayTec, trabajados con un acabado innovador que simula tierra quebrada.

Sobre este fondo terroso, una obra de líneas blancas evoca las raíces que recorren el subsuelo para nutrir a la vid. Así, el círculo se completa: del suelo al vino, de la pared a la copa.

Creatividad artesanal con ClayTec

El diseño de las paredes fue desarrollado por el maestro revocador Thomas Glück, quien creó la superficie artística denominada Blackforest-Line. Su aspecto arcaico recuerda a la tierra fresca y aporta un carácter inconfundible a la vinoteca.

Para lograr este efecto se emplearon materiales de ClayTec en distintas fases:

• Mortero adhesivo de arcilla y refuerzo ClayTec, como preparación de la superficie.

• Mortero de arcilla con paja ClayTec, proyectado sobre los muros de hormigón.

Revoque de arcilla Mineral 20 ClayTec, aplicado como capa final.

• Lasur de Kreidezeit a base de cera de abeja, que aporta protección e impregnación natural.

El resultado es un ejemplo magistral de cómo tradición, artesanía y bioconstrucción pueden transformar un espacio en experiencia.

Ficha técnica

Arquitectura: Obra nueva

Uso: Bodega y hotel vinícola

Estudio de arquitectura: Architekturbüro Müller + Huber

Artesanos: Glück GbR Lehmbau

Ubicación: Mattenhofweg 3, 77723 Gengenbach, Alemania [Google Maps]

Claytours: la arcilla como hilo conductor

La Bodega Vinoteca Simon Huber nos recuerda que tradición y modernidad no están reñidas, sino que pueden unirse en armonía gracias a la arcilla. Este material, presente tanto en el suelo que nutre las viñas como en los muros que acogen al visitante, convierte la experiencia del vino en algo más que un sabor: en un diálogo entre tierra, arquitectura y cultura.

En Claytours seguimos explorando espacios donde la arcilla no solo construye, sino que también conecta culturas, territorios y sentidos.

Comparte este artículo: